El método de productividad va a configurarse como la mejor manera de tratar los inputs de información, para ayudarnos a transformarlos en actividades que nos permitan alcanzar nuestros objetivos. En este contexto, el diseño del circuito por donde fluya la información cobra un protagonismo importante. La tentación de saltarse esta fase es muy grande. A todos nos encantaría ser capaces de resolver nuestros problemas de productividad mediante el uso de las herramientas informáticas tales como aplicaciones para la gestión de notas, tareas y proyectos. Pero sin una base conceptual clara, esto no es posible. Es como hacerse trampas al solitario. Los atajos no funcionan en este diagrama que se reproduce a continuación, que podemos dividir en puntos cardinales: